Sin contaminación por un par de horas

El día 10 de octubre hice presencia en el barrio Maria Eugenia, junto con mis compañeros teníamos un propósito, el cual era aportar nuestro granito de arena a las calles de ese barrio. Hicimos una limpieza que duró al rededor de una hora, hicimos un recorrido junto con escobas, palas, rastrillos y bolsas en nuestras manos, en lo cual llamábamos la atención de las personas que habitan tal lugar, contadas con los dedos de una mano fueron las personas que se unieron a nosotros, ayudándonos a limpiar y hacer de ese momento más agradable. 

En ese instante me di cuenta que la unión hace la fuerza, si todos fuéramos mas cálidos, mas empáticos y mas tolerantes con los demás, se pueden lograr cosas mínimas, como cosas grandes y cambios grandes, tanto de pensamiento, personalidad, como del exterior de nosotros y cambios en nuestro entorno.

Desde mi perspectiva, pude notar que a muchas personas no les gusta que los ayuden, ponían caras no tan agradables al vernos barrer sus calles, pero pensándolo bien nosotros no lo hacíamos por ellos como tal, lo hacíamos para que las calles estuviesen menos contaminadas aunque fuese por un par de horas.

Tuve la dicha de presenciar lo que sienten los trabajadores que barren las calles, lo duro que es estar bajo el sol por horas para mantener un lugar limpio y agradable, aunque esas son cosas que se pueden evitar, tratando de no arrojar basura al piso, botándolas en una caneca, pero aun así es casi imposible poner de acuerdo a toda una comunidad para que esto no suceda. Sin embargo, si tengo la oportunidad de ir a cualquier lugar y barrerlo, no dudare en hacerlo porque lo importante es saber que uno mismo esta haciendo un pequeño cambio en la comunidad, por muy mínimo que sea, ahí vamos paso a paso para tratar de que con el paso del tiempo logremos cosas grandes y maravillosas.

Ahora adjuntare evidencias de como fue nuestra labor social en el barrio  


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